“El príncipe heredero de un país imaginario se encapricha de una joven nada corriente, lo que dará lugar a una serie de acontecimientos inesperados.”

Ivona, princesa de Borgoña, escrita en 1938, es la primera obra de Witold Gombrowicz. Su trabajo teatral gira en torno al tema del hombre como víctima de sus propios pensamientos y acciones. La trama desagradable e incluso chocante de Yvonne se sumerge en una serie de situaciones grotescas y cómicas creadas por la zambullida de lo anormal en un contexto normal. Lo que procura personajes torpes, afligidos y desprovistos de referencias y de seguridad ante el ser improbable e inaprensible que es Yvonne.

Ivona, princesa de Borgoña es una obra que nos fue cautivando cada vez más, a medida que avanzaban los ensayos. La abordamos por medio de otra, pues nos servimos de los personajes y de la historia de Ubu Rey durante los ensayos. Esta esquizofrenia operativa nos permitió concebir personajes risibles y un tanto locos, constantemente al borde de la ruptura, pues su “flexibilidad” para seducir la nueva situación encarnada por la Princesa de Borgoña no se muestra nunca a la altura.

El estreno de esta obra tuvo lugar el 13 de junio de 2001 en el Kasemattentheater de Luxemburgo.